El nuevo rascacielos de Louis Vuitton: un icono de lujo en la era de la sostenibilidad

El nuevo rascacielos Louis Vuitton: un icono de lujo en la era de la sostenibilidad
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¿Sabéis qué? A veces pienso que vivimos en tiempos de locura. Louis Vuitton, esa marca que hasta hace poco asociaba principalmente con bolsos, hoy forma parte del imperio LVMH, valorado en más de 380 mil millones de euros. Por si alguien se lo pregunta, eso es más que el PIB de toda Polonia.

¿Pero de qué hablo en realidad? Hace unos meses, apareció en mi X algo que me dejó totalmente sorprendida. Una publicación sobre un misterioso proyecto en Shanghái:

“The Louis se eleva en Shanghái: el lujo redefinido en forma vertical. Próximamente en 2025.”

Este tuit fue visto por más de 150 mil personas. Yo también hice clic, por supuesto. Así fue como me enteré de los planes para construir lo que los medios ya llaman el “nuevo rascacielos Louis Vuitton”.

El nuevo rascacielos Louis Vuitton: lujo o nada, así de simple.

El año 2025 marcará un antes y un después para el lujo en la arquitectura. No se trata solo de otro rascacielos más: es una nueva forma en la que las marcas premium empiezan a pensar sobre el espacio. Lo noto también en otros proyectos. Hermes, Cartier, de repente todos quieren construir no solo tiendas, sino complejos enteros.

Nuevo rascacielos Louis Vuitton

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¿Por qué justo ahora? Probablemente porque Asia se ha convertido en el mayor mercado del lujo. Y China… bueno, allí todo se construye más grande y más espectacular.

En este artículo analizaré tres aspectos clave de esta historia:

• El origen del proyecto: de dónde surgió la idea del rascacielos Louis Vuitton
• La arquitectura: cómo será este edificio y qué lo hará único
• El impacto en el mercado: si esto cambiará la forma en que percibimos el lujo en el espacio urbano

A veces me pregunto si dentro de veinte años caminaremos por ciudades llenas de rascacielos de diferentes marcas. ¿Tendrá cada una su propio edificio icónico, así como hoy tiene su flagship store?

Del baúl al rascacielos: el origen de una visión audaz

Últimamente me he estado preguntando cómo Louis Vuitton llegó a la idea de construir un rascacielos. Después de todo, todo empezó con un pequeño taller donde se fabricaban baúles.

Louis Vuitton Baúles

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Al repasar la historia de esta marca, veo claramente una línea de desarrollo arquitectónico:

– 1854 – Georges-Louis Vuitton abre el primer taller en la rue Neuve des Capucines en París

– 1900 – Primera tienda flagship real en Place Vendôme

– 1987 – Gran apertura en Tokio, que mostró el potencial de los mercados asiáticos

– 2014 – Espectacular boutique en New Bond Street en Londres con paneles móviles

– 2021 – Ginza Namiki en Tokio como “objeto de arte vivo”

– 2025 – Finalización prevista del primer rascacielos de la marca

Lo que me llama la atención en esta cronología es la transición gradual de la simple funcionalidad a verdaderas obras arquitectónicas. La tienda de Ginza de 2021 ya no era un punto de venta común. Era una instalación artística que cambiaba a lo largo del día.

Creo que la clave para entender esta evolución son precisamente esas flagship stores de los últimos años. Cada una experimentaba con un nuevo concepto de espacio. New Bond Street probaba cómo los clientes reaccionaban ante una arquitectura dinámica. Ginza fue aún más lejos: allí, el edificio en sí se convirtió en el producto.

Tampoco se puede olvidar el papel de los embajadores de la marca en este proceso. Recuerdo cuando Emma Stone posó frente a la tienda de Londres y esas fotos dieron la vuelta al mundo. Luego pasó lo mismo con Ginza: cada celebridad que aparecía allí automáticamente promocionaba no solo los bolsos, sino toda la visión arquitectónica.

Bolso Louis Vuitton

fot. us.louisvuitton.com

Es bastante ingenioso, porque hoy en día la gente fotografía no solo los productos, sino también los interiores de las tiendas. Instagram ha cambiado la forma en que las marcas piensan el espacio.

En realidad, este rascacielos es la consecuencia lógica de lo que Louis Vuitton ha estado probando en los últimos años. Primero pequeños experimentos con elementos móviles, luego fachadas “vivas” completas. Ahora ha llegado el momento de algo más grande.

Será interesante ver cómo todas estas experiencias se traducen en el diseño arquitectónico real de todo el edificio.

Arquitectura, sostenibilidad y tecnología en las alturas

Ya he visto varios proyectos de OMA en Asia, pero lo que Shohei Shigematsu ha diseñado para “The Louis” en Shanghái es realmente algo novedoso. Al contemplar las visualizaciones, uno nota de inmediato esos característicos desplazamientos entre los pisos, como si alguien hubiera apilado cajas de manera irregular. No es una coincidencia, es un juego cuidadosamente pensado con la forma tradicional del rascacielos.

ProyectoCaracterística claveRelevancia para el rascacielos
Ginza (2021)LEED Silver, fachada de piedra localModelo de certificación ambiental
Vendôme París100% metal reciclado, madera FSCModelo de material para la altura
“The Louis” ShangháiGeometría OMA + materiales sosteniblesSíntesis de forma y ecología

Creo que lo más interesante de este proyecto es trasladar las soluciones de Ginza a una escala completamente diferente. Allí teníamos 12 plantas, aquí hablamos de un auténtico rascacielos. El LEED Silver de 2021 demostró que es posible combinar el lujo con la responsabilidad ecológica. En Shanghái quieren ir aún más lejos.

Los materiales son otra historia. Recuerdo cuando en Vendôme introdujeron ese sistema con metal totalmente reciclado: sonaba arriesgado, pero funcionó. Ahora una idea similar va a aplicarse en 40-50 plantas. ¿Madera certificada FSC en un edificio tan alto? Será una prueba para toda la industria. No lo oculto, tengo curiosidad por ver cómo resolverán los temas de protección contra incendios y de estructura.

La capa digital de todo el proyecto parece tan ambiciosa como la arquitectura. Una aplicación de realidad aumentada guiará a los visitantes por todos los niveles. Cada piso es una tecnología diferente, una interacción distinta. He oído que planean algo así como “phygital floors”: espacios donde los productos físicos se combinan con experiencias digitales. Suena futurista, pero después de lo que vi en Tokio, sé que esto ya no es ciencia ficción.

Por lo visto, las instalaciones de climatización estarán ocultas en esos desplazamientos entre plantas. Una solución ingeniosa: estética y funcionalidad en uno. Aunque me pregunto cómo afectará esto a los costes de explotación…

Esta torre puede cambiar la forma de pensar sobre los espacios de lujo en los centros urbanos. Veremos si la teoría se traduce en práctica.

Rascacielos Louis Vuitton

fot. privatenewport.com

Por qué este proyecto transformará el mercado premium

¿Sabéis qué me intriga? Por qué todo el mundo habla de cómo se verá esa torre, pero nadie pregunta por lo que de verdad importa: la pasta. Yo lo miro desde la perspectiva del negocio y veo una imagen completamente distinta.

LVMH cerró 2024 con unos ingresos de 84,7 mil millones de €. Número de boutiques premium: 460. Crecimiento medio de ventas tras la apertura de una flagship store: 23%. Engagement en redes sociales para proyectos arquitectónicos: una media de 28.046 likes en la primera semana.

No es casualidad que Bernard Arnault invierta millones en este tipo de proyectos. Cada edificio espectacular es un imán para los clientes, pero también para las redes sociales. La gente hace fotos, etiqueta a sus amigos, y eso se traduce en ventas.

Recuerdo cuando abrieron esa boutique en Ginza. La app móvil registró un aumento de descargas del 340% en el primer mes. Las ventas online en la región subieron un 28%. No es magia, es simplemente una estrategia bien pensada.

Boutique Louis Vuitton Ginza

foto: adfwebmagazine.jp

Por supuesto, también hay riesgos. Cada vez más gente se queja de lo elitistas que son las marcas de lujo. Y luego están todas esas acusaciones de greenwashing cuando construyes algo tan caro. Pero por otro lado, tienes enormes oportunidades: el mercado Asia-Pacífico está creciendo a lo loco, y la combinación de tiendas físicas con tecnología digital es el futuro del retail.

En mi opinión, este proyecto no es un capricho de un multimillonario. Es un cálculo frío. Cada euro invertido en arquitectura espectacular vuelve multiplicado por el aumento de ventas y el reconocimiento de marca. Louis Vuitton no está construyendo una torre: está construyendo una máquina de hacer dinero.

¿Y cómo va a afectar todo esto a la industria del lujo en los próximos años? Esa ya es otra historia.

Louis Vuitton Rascacielos

foto: privatenewport.com

¿Hacia dónde nos zaprowadzi kolejny krok? Escenarios para los años 2030+

A veces me pregunto si todos esos análisis de mercado tienen realmente sentido cuando observo lo, co está ocurriendo con los rascacielos de lujo. Pero, siendo sincero, creo que estamos al borde de un gran cambio.

Lo que veo en estas tendencias no son solo más edificios con materiales caros. El valor de las marcas asociadas a la arquitectura de lujo podría superar los 30 mil millones de dólares para 2030, y será principalmente gracias a la innovación, no solo por subir los precios. Los biomateriales están dejando de ser una extravagancia para convertirse en la norma. La realidad mixta en las compras suena futurista, pero ya la están probando en Singapur. ¿Y la región ASEAN? Allí está ocurriendo una auténtica revolución en este sector.

El lujo del futuro no será ostentación, sino armonía con el entorno y la tecnología.

Louis Vuitton Blog

foto: eu.louisvuitton.com

Me imagino un escenario en 2032. Estás en un apartamento en el piso 60 en Kuala Lumpur. Las paredes de biocompuesto absorben CO2. Las ventanas ajustan su transparencia según tu estado de ánimo. El balcón tiene su propio microclima. No es ciencia ficción: los primeros prototipos ya están en desarrollo.

Quizá suene ingenuo, pero creo que estos edificios cambiarán la forma en que pensamos la vida urbana.

Mark

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