Gran Premio de Bélgica: una leyenda de la Fórmula 1, desde dramas bajo la lluvia hasta la era híbrida

Está lloviendo justo ahora, mientras escribo estas palabras, y mañana puede brillar el sol; así es Spa-Francorchamps.
Recuerdo cómo el año pasado los pilotos entrenaban en condiciones perfectas, y el domingo tuvieron que enfrentarse a un auténtico diluvio. Esa es la magia de este circuito: nunca sabes qué te espera.
Los números hablan por sí solos. En 2025 se celebrará ya la 70ª edición del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1. El fin de semana atrajo a más de 200 000 aficionados de todo el mundo. No es casualidad.
Gran Premio de Bélgica
Oscar Piastri ganó esa carrera y fue algo más que una simple victoria. Se podría decir que fue el momento en que vimos el futuro de la F1. Las jóvenes promesas están tomando el relevo de las leyendas.

Spa no es un circuito cualquiera. Es un lugar donde la lluvia puede cambiarlo todo en cinco minutos. Donde los pilotos van a 300 km/h a través del bosque. Donde la tradición se mezcla con la modernidad de una forma que no encontrarás en ningún otro sitio.
El Gran Premio de Bélgica tiene algo que no se puede explicar solo con hechos. Tal vez sea porque el clima aquí es tan impredecible como las propias carreras. Quizás porque los aficionados son especialmente ruidosos. O tal vez simplemente porque Spa tiene alma.
Cada temporada trae nuevas sorpresas. Cada carrera es una historia diferente. Y por eso vale la pena conocer este lugar mejor: desde sus inicios, pasando por su evolución, hasta los desafíos actuales.
Antes de analizar cómo Spa se convirtió en un icono del automovilismo, vale la pena entender que este símbolo sigue evolucionando.
Desde 1925 hasta la era híbrida: historia y evolución del Gran Premio de Bélgica
¿Podría alguien en 1925 haber previsto cuánto cambiaría la carrera en Bélgica? En aquel entonces, nadie pensaba en la seguridad como lo hacemos hoy.
El primer Gran Premio de Bélgica se celebró precisamente en 1925 en el circuito de Spa-Francorchamps. Estuve allí hace poco como turista y cuesta creer que alguna vez tuvo nada menos que 14,9 kilómetros. Era simplemente una carretera pública cerrada para la carrera.
La verdadera historia comenzó en 1950, cuando la Fórmula 1 entró en el campeonato mundial. Pero Spa era entonces un lugar aterrador. Los pilotos corrían entre árboles, sin barreras de protección. Jackie Stewart lo llamaba “el infierno verde”. En los años 60 y 70, muchos pilotos perdieron la vida allí.
| Año | Evento |
|---|---|
| 1925 | Primer Gran Premio de Bélgica |
| 1950 | Inclusión en el campeonato de F1 |
| 1972 | Traslado a Nivelles |
| 1974 | Traslado a Zolder |
| 1983 | Regreso al Spa renovado |
| 2003 | El primer impacto de las restricciones sobre el tabaco |
| 2006 | Restricciones publicitarias adicionales |
| 2014 | El comienzo de la era híbrida |
Después de la tragedia de 1970, los pilotos boicotearon la carrera. Los organizadores tuvieron que actuar. En 1972, Bélgica se trasladó al aburrido Nivelles, luego a Zolder. Pero no era lo mismo.
En 1983 se produjo un punto de inflexión. Spa regresó, pero ya como un circuito moderno de 7,004 km de longitud. Se conservaron los tramos más emblemáticos – Eau Rouge, Blanchimont – pero se añadieron zonas de seguridad. Creo que fue un buen compromiso entre la tradición y el pragmatismo.
La era moderna trajo nuevos desafíos. En 2003 y 2006, las restricciones a la publicidad del tabaco cambiaron el calendario. Algunas carreras desaparecieron, otras se desplazaron. Bélgica sobrevivió, aunque a veces estuvo al borde.
El año 2014 lo cambió todo: llegó la era de los motores híbridos. De repente, no solo importaba la velocidad, sino también la eficiencia energética. Los pilotos tuvieron que gestionar la potencia como nunca antes. Es una Fórmula 1 completamente diferente a la de los tiempos de Stewart o Senna.
Hoy Spa es un símbolo de la evolución del automovilismo. De una peligrosa carretera pública a una arena de alta tecnología. El circuito modernizado plantea a los pilotos retos completamente nuevos, a los que echaremos un vistazo en la siguiente sección.

Spa-Francorchamps bajo la lupa: características clave y desafíos del circuito
Cuando entro en Eau Rouge, siempre siento cómo se acelera mi corazón. Ese tramo del circuito no es solo una curva: es una montaña rusa vertical. El coche cae por La Source para inmediatamente dispararse cuesta arriba a través de la famosa secuencia. ¿El desnivel? Más de 100 metros en todo el circuito. Es como conducir por la ladera de una montaña.
De hecho, Kemmel Straight ilustra el mayor dilema de los ingenieros. ¿Carga aerodinámica o velocidad máxima? No se puede tener ambas al mismo tiempo. Demasiado alerón y el piloto pierde 10-15 km/h en la recta. Muy poco, y el auto vuela descontrolado por las rápidas eses del sector medio.
Recuerdo una carrera en la que por la mañana brillaba el sol y, una hora después, llovía a cántaros. Así es como funciona en las Ardenas. El clima aquí cambia cada media hora. Pirelli tiene que preparar compuestos para todo: desde asfalto seco calentado a 50 grados hasta una superficie helada y mojada. A veces, en una sola vuelta, tienes seco en la salida y mojado en Bus Stop.
Los pilotos dicen que Spa es el circuito más exigente físicamente. No se trata solo de las fuerzas G, sino del ritmo de toma de decisiones. En Pouhon tienes quizá un segundo para evaluar el agarre. Si te equivocas, terminas contra las barreras a 200 km/h.

Los monoplazas aquí trabajan al límite de sus posibilidades. La suspensión debe ser suave para los pianos, pero rígida para los cambios rápidos de dirección. Los frenos se ponen al rojo vivo al final de Kemmel, solo para enfriarse de inmediato en los sectores lentos.
Cuando las condiciones y la técnica se fusionan, surgen momentos que pasan a la leyenda…
De Fangio a Piastri: momentos decisivos y controversias
Recuerdo cuando vi esa famosa maniobra de Häkkinen en el año 2000. Mika estuvo detrás de Schumacher durante media carrera y de repente, ¡bam! Usó a Zonta como obstáculo vivo y adelantó al alemán en la parte más estrecha del circuito. Fue algo increíble.
La maniobra genial de Häkkinen (2000)
Michael Schumacher lideraba la carrera, pero Häkkinen no cedía. En un momento dado, el brasileño Ricardo Zonta circulaba más despacio delante de ellos. Normalmente, eso significaría el fin de las posibilidades de adelantar. Pero Mika pensó diferente.
El finlandés lanzó su ataque justo en el momento en que ambos pasaban a Zonta. Schumacher tuvo que reducir la velocidad detrás del lento brasileño, y Häkkinen aprovechó la segunda línea para adelantar a ambos pilotos al mismo tiempo. El alemán ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar.
“Fue una de las mejores maniobras que he hecho en mi carrera” – recordaba después Häkkinen.
No-carrera de 2021
Hace dos años vi algo aún más extraño. Llovía a cántaros durante todo el fin de semana. El domingo las condiciones eran tan malas que la carrera duró… tres vueltas detrás del safety car. Y eso fue todo. Por eso recibieron la mitad de los puntos.
Los pilotos estaban furiosos. Los espectadores también. La FIA admitió que fue un error organizativo. Esa “carrera” cambió las reglas sobre el número mínimo de vueltas necesarias para otorgar la puntuación completa.
El primer triunfo de Schumacher (1992)
Michael tenía entonces apenas 23 años. Corría para Benetton y nadie esperaba que pudiera ganar en esas condiciones. Lluvia, caos, accidentes: y el joven alemán avanzaba entre los rivales como cuchillo en mantequilla.
Esa victoria dio inicio a la leyenda. Schumacher demostró que podía pilotar en cualquier condición. El resto es historia: siete títulos mundiales.
La tragedia de Hubert (2019)
No me gusta escribir sobre esto, pero la muerte de Anthoine Hubert durante la carrera de F2 sacudió a toda la comunidad. El joven francés tenía solo 22 años. El accidente fue tan grave que la FIA inició de inmediato trabajos sobre nuevas soluciones de seguridad.
Se introdujeron barreras de absorción de energía adicionales y se modificaron los procedimientos de neutralización de carreras. La tragedia recordó a todos que la Fórmula 1 sigue siendo un deporte peligroso.
Todos esos momentos, tanto los triunfos como las tragedias, han dado forma a la historia de Spa-Francorchamps. Cada uno ha dejado una huella imborrable en la memoria de los aficionados. Cómo estas emociones se traducen en el valor comercial y de imagen de la carrera, lo analizaremos más adelante…

Modernidad, economía y un futuro verde para las carreras
En realidad, no esperaba que el GP de Bélgica generara hasta 106 millones de euros al año para la región de las Ardenas. Es una suma enorme como na solo un fin de semana de carreras. Pero si uno se detiene a pensar cuánta gente viene, cuántos hoteles reservan, cuánta comida compran, empieza a tener sentido.
La mayor parte de este dinero proviene de varias fuentes. Las entradas son obvias, pero el turismo realmente marca la diferencia. La gente llega de todo el mundo, se queda unos días y explora los alrededores. El patrocinio también aporta bastante al conjunto.

| Ingresos | Valor estimado |
|---|---|
| Turismo y alojamiento | 45 000 000 € |
| Entradas y merchandising | 28 000 000 € |
| Patrocinio local | 18 000 000 € |
| Gastronomía y servicios | 15 000 000 € |
Liberty Media tiene un contrato válido hasta 2025. He oído que hay conversaciones sobre una extensión, pero no es tan sencillo. Spa cuesta mucho mantenerlo y el calendario de la F1 se está llenando.
Moët & Chandon entra como patrocinador principal en 2025. Una elección interesante: el champán y las carreras siempre han ido de la mano. Sus activaciones de marketing prometen ser bastante amplias, aunque los detalles aún no han salido a la luz.
Lo que me sorprendió fue lo en serio que se toman el tema de la ecología. Reducir las emisiones de CO₂ y usar motores híbridos es una cosa. Pero también organizan autobuses especiales para los aficionados, para que haya menos coches circulando por la zona. Tiene sentido: esos atascos después de la carrera son una pesadilla.
Creo que para 2030 el automovilismo tendrá que volverse aún más ecológico. De lo contrario, la presión social será demasiado grande. La F1 lo sabe y está intentando adaptarse.
Desde el punto de vista empresarial, Spa se encuentra en una situación peculiar. Por un lado, genera ingresos y tiene historia. Por otro, los costos aumentan y los nuevos circuitos ofrecen más dinero. Es un equilibrio entre la tradición y la economía real.
¿Será suficiente este equilibrio entre pasión y responsabilidad para mantener el GP de Bélgica en el calendario?
Dirección futuro: ¿qué le depara el futuro al Gran Premio de Bélgica?
¿Sobrevivirá el Gran Premio de Bélgica la próxima década? Lo pienso a menudo, observando los cambios en la F1.
Observo tres tendencias clave que están dando forma al futuro de Spa-Francorchamps:
• Jóvenes ganadores como Piastri o Norris atraen a una nueva generación de aficionados, lo que cambia la demografía de la audiencia y abre puertas a patrocinadores frescos
• Las tecnologías de IA en las previsiones meteorológicas y los próximos motores neutros en carbono pueden convertir Spa en un laboratorio para la F1
• La extensión del contrato tras el año 2025 es una lucha entre la tradición europea y la expansión hacia nuevos mercados

Creo que la clave está en la flexibilidad. Un spa no puede basarse solo en la nostalgia: debe ofrecer algo más que solo hermosos recuerdos.
El futuro del Gran Premio de Bélgica depende de su capacidad para combinar su legendaria historia con las necesidades del negocio deportivo moderno.
Tom F
editor de estilo de vida
Luxury Blog








Deja un comentario