Invertir en arte: ¿es el Art Banking para ti?

¿Te encanta rodearte de objetos lujosos y valiosos y quieres convertir tu pasión en una inversión a largo plazo? Perfecto. Invertir en arte es para ti.

¿Amas las obras de los creadores de la École de Paris, los reconocidos trabajos de Zdzisław Beksiński o Stanisław Wyspiański? ¿O quizás prefieres descubrir las obras de jóvenes artistas?

El mercado del arte ha adquirido una dimensión de inversión y se está volviendo no solo más atractivo, sino también cada vez más accesible tanto para los artistas como para los amantes del arte. Además, si invertimos bien, podemos centrarnos únicamente en el aumento del valor de la obra.

Invertir en arte: dos caminos

¿En qué debemos kierarnos al invertir en arte? La respuesta es sencilla: en el conocimiento sobre arte y en la antigua sabiduría bursátil. Antes de comprar, lo mejor es considerar tres criterios para elegir las obras: el gusto personal, el riesgo de inversión aceptable y las posibilidades presupuestarias. También debemos recordar que al coste de la obra de arte se suman los gastos de gestión, como la protección, conservación y seguro de la pieza adquirida. Especialmente si apostamos por obras que hoy en día siguen estando infravaloradas en Polonia: las del siglo XVII y XVIII.

¿Es rentable invertir en arte?

Podemos considerar la compra de una obra de arte como una forma de diversificar la cartera de inversiones. Vale la pena invertir en arte no solo porque es rentable. Sobre todo, es un ámbito elitista; el inversor en este mercado tan particular se convierte en un conocedor, en participante de la vida cultural en su dimensión más lujosa. El mercado del arte es un excelente terreno tanto para quienes buscan obtener beneficios, como para aquellos que pueden permitirse asumir riesgos artísticos.

Invertir en arte: diversificación de la cartera a largo plazo.

Podemos optar por obras de artistas reconocidos, cuyas creaciones ya han adquirido un valor histórico. Al enriquecer nuestra propia colección, también podemos decidirnos por la compra de trabajos de jóvenes artistas que actualmente están construyendo su reputación. Los especialistas ven precisamente en la adquisición de este tipo de obras una oportunidad para los inversores privados. Comprar una obra joven resulta muy tentador, ya que la inversión puede dar frutos a medida que crece el interés por el joven creador. ¿Un ejemplo? Las obras de Wilhelm Sasnal hace tiempo que alcanzaron precios demasiado altos para el mercado polaco y gozan de gran interés en el extranjero.

Estabilizar el capital o invertir buscando emociones fuertes: ambas opciones son adecuadas para los amantes del arte. Al elegir uno de estos dos caminos de inversión en arte, debemos ser conscientes de que son opciones que pueden generar beneficios solo después de algún tiempo, por lo que quienes esperan ganancias inmediatas pueden sentirse decepcionados.

Por lo tanto, hay que recordar que las cualidades de un buen inversor en arte incluyen no solo conocimientos especializados, sensibilidad estética y sentido común, sino también paciencia. Sin embargo, esta característica no debería sorprender. La contemplación del arte verdadero exige combinar la sensibilidad con la paciencia del descubrimiento.

Art Concierge – Invertir en arte con un buen asesor

A medida que crece el interés por el mercado del arte, surge un nuevo sector de servicios, cuyos actores tienen como objetivo facilitar la adquisición de obras. ¿Por qué apostar por Luxury Art Banking? Porque ofrece un servicio integral: una empresa especializada garantiza la seguridad de las transacciones, proporciona información sobre el mercado y galerías de prestigio, e incluso puede representar al comprador durante subastas de arte. Una nueva dimensión de Art Concierge puede introducir al inversor en el mercado del arte y mostrarle un ámbito de lujo atemporal que hasta ahora le era desconocido.