Kering toma una decisión sobre el clima
Kering es un conglomerado francés de lujo que agrupa gigantes de la moda como Gucci, Saint Laurent, Alexander McQueen y. Junto con LVMH, son los dos mayores grupos enfocados en la moda de lujo. Está dirigido por François-Henri Pinault, quien también preside la fundación homónima dedicada a combatir la violencia contra las mujeres en todo el mundo. Además, el conglomerado participa en numerosas iniciativas sociales, apoya el desarrollo de jóvenes talentos y colabora con instituciones artísticas.
El pasado viernes, Kering se comprometió oficialmente a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2035. Esta iniciativa se integra así en su visión de lujo responsable y complementa su creciente estrategia de desarrollo sostenible. Es un paso significativo hacia una revolución climática en la industria de la moda. ¿Qué promete exactamente Kering y cuáles serán las consecuencias de esta decisión?
Moda de lujo y el clima
¿Cómo afecta la industria de la moda al clima? Actualmente, disponemos de suficiente información para saber que la moda contribuye de manera significativa a los cambios negativos en nuestro clima.
Además, la ropa del segmento llamado fast fashion se produce a una escala enorme y más de la mitad de la producción mundial termina en vertederos. Todo esto contribuye a impulsar el consumo masivo de bienes. Los productos de lujo son mucho más duraderos. Gracias al enfoque en materiales de alta calidad, están diseñados para durar más que los productos de consumo masivo. Esto, a su vez, reduce la necesidad de incineración y los residuos textiles. Además, la exclusividad de la ropa de lujo hace que estos productos estén disponibles en cantidades mucho más limitadas.
Por eso, aunque sin duda el segmento de la moda de lujo contribuye a la catástrofe climática, su porcentaje es considerablemente menor. Las marcas exclusivas pueden permitirse producir una cantidad más limitada de productos especializados y bien elaborados. La mayoría de ellas ya ha tomado medidas para mejorar la situación climática, conscientes de que pueden actuar en favor del clima incluso si esto implica un aumento de los costes.
Desarrollo equilibrado
Los gigantes mundiales de la moda de lujo llevan ya algunos años adentrándose poco a poco en el camino hacia la sostenibilidad. Resulta que Kering, con su declaración, no fue el primero, LVMH también lleva un tiempo fijándose como objetivo reducir en un 50% las emisiones de alcance 1 y 2 (emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del consumo de energía en fábricas y tiendas) y aspira a disminuir en un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el alcance 3 por unidad de valor añadido para 2030.
Prada también está trabajando para reducir su huella de carbono, y ya en 2021 logró transformar su icónica línea de prendas y accesorios de nailon para que estuviera hecha completamente de materiales reciclados. Actualmente, la marca produce más de 100 millones de yardas al año de su tejido Re-Nylon, elaborado a partir de plástico y residuos postconsumo.
¿Qué planea Kering?
“Ahora establecemos este nuevo objetivo absoluto, que abarca los alcances 1, 2 y 3 del protocolo sobre gases de efecto invernadero, porque si realmente queremos descarbonizar nuestras empresas globales, debemos pasar de la reducción de la intensidad de las emisiones de dióxido de carbono a la reducción absoluta”, afirmó François-Henri Pinault.
Como mencionamos, Kering gestiona empresas de lujo, incluyendo, entre otras,
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