Más moda, menos provocación: una nueva era para Balenciaga

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Fot. nytimes.com

Como es bien sabido, la industria no olvida fácilmente. Han pasado ya varios meses desde el escándalo relacionado con la controvertida campaña de la marca, que casi la borró de la faz del mundo. Los titulares que acusan a la marca de promover la pedofilia siguen siendo un tema candente. Por ello, Balenciaga, tras retirar la campaña y emitir una disculpa oficial, se alejó de los medios durante un tiempo. Algunos incluso pensaron que era el final de la icónica marca.

La marca se presentó en la Semana de la Moda de París, plenamente consciente de que todo el mundo de la moda esperaba su tropiezo. Por eso, esta vez optó por el minimalismo. El habitual espectáculo escenográfico fue sustituido por una escenografía sencilla. El foco estuvo puesto principalmente en la ropa. “La moda se ha convertido en una forma de entretenimiento, pero a menudo esa parte eclipsa su esencia”, rezaba una de las notas dejadas para los invitados en los asientos del desfile. ¿Será que Balenciaga ha iniciado el camino hacia la redención? ¿O tal vez se trata solo de una estrategia mediática para desviar la atención de su reputación pasada?

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Fot. www.thecut.com

Imagen enigmática

Mucho antes del escándalo del año pasado, Balenciaga ya tenía fama de ser una marca conocida por traspasar los límites de la moda. Al presentar sus propuestas experimentales, como las zapatillas de la colección “Full Destroyed”, recibía reacciones muy diversas por parte de los medios. Sin embargo, en términos de ventas y facturación, parecía que esta imagen beneficiaba a la marca. Prácticamente cada experimento de Balenciaga terminaba agotando todas y cada una de las piezas. Cabe destacar también que los consumidores estaban dispuestos a pagar sumas astronómicas por las prendas y accesorios presentados, que a menudo eran intencionadamente deformados.

Y aunque durante mucho tiempo la etiqueta se vendía mejor que el propio producto, la última campaña puso fin a estos experimentos. Balenciaga, que solía sorprender, esta vez cruzó la línea de la aceptación social. Parece entonces que con su regreso más suave y un carácter completamente nuevo del desfile, quiere redimirse ante la opinión pública. Sin duda, abandonar las herramientas controvertidas puede ser el primer paso. ¿Pero puede Balenciaga seguir siendo la misma marca si apuesta por la sencillez en lugar de la originalidad? Probablemente lo sabremos pronto.

¿Cómo fue la colección otoño/invierno 2023 de Balenciaga?

00052 Balenciaga Otoño 2023 Ready To Wear Crédito Gorunway
Fot. www.vogue.com

Tal como mencionamos, durante el Paris Fashion Week la marca renunció a soluciones dramáticas, como una pasarela de barro o una tormenta de nieve escenificada. Esta temporada, la escenografía fue minimalista y la pasarela se cubrió con una alfombra de color marfil impecable. El desfile tuvo lugar en un espacio para eventos dentro del centro comercial Carrousel du Louvre, que hasta principios de los años 2000 solía ser un lugar habitual para los desfiles de moda.

El actual director creativo, Demna Gvasalia, demuestra que la marca todavía tiene mucho que ofrecer desde el punto de vista puramente de la moda. La colección incluyó 54 looks. Entre ellos destacaban trajes de corte definido, vestidos de noche y un nuevo bolso llamado Huge Bag. Se podían apreciar detalles delicados y femeninos que hacían que la colección resultara más humana y agradable a la vista.

Aun así, seguía irradiando el espíritu de la marca, sin faltar los motivos clásicos, como vestidos de lentejuelas con escote alto, chaquetas de cuero de corte cuadrado, enormes capas de mezclilla o gafas de sol de ojos de insecto.

00027 Balenciaga Otoño 2023 Ready To Wear Crédito Gorunway
fuente: vouge.com

Las modelos desfilaron por la pasarela luciendo una mezcla algo divertida de vestidos florales, característicos cortes estructurales y elementos tomados directamente de la moda urbana. Las influencias del streetwear de la marca se apreciaban, por ejemplo, en la incorporación de una sudadera con capucha con formas acolchadas integradas en las mangas. Todo el desfile estuvo acompañado por suaves notas de piano, que a medida que avanzaba el show se volvían cada vez más electrónicas.

“La idea era ser yo al 200 por ciento”, dijo Demna a los periodistas entre bastidores tras el desfile. “Mi intención era depurarlo, reducirlo hasta el punto en que hable por sí mismo”. El desfile presentado por Balenciaga fue sin duda un paso hacia la reconstrucción de la imagen dañada de la marca. Esperemos que no sea el último.